Los detalles hacen la diferencia
Pequeños detalles respecto de la protección que debe tener este producto hacen la diferencia en la vida útil que puede alcanzar.
Una de las preocupaciones de los clientes al momento de contratar la instalación de un piso flotante es el cuidado de los pisos. Sepa que el tiempo de duración de un piso laminado fluctúa entre 10 a 15 años, dependiendo del uso y espesor de las tablas. Pero hay casos en los que si no se cumple con una buena instalación, este material no logra presentar las condiciones de vida útil. Muchos fabricantes proporcionan un listado de los consejos para conservar este tipo de piso. Aquí le contamos cuatro pasos que debe considerar para que el producto dure más tiempo:
PASO 1: Evite que el piso roce con la puerta o muebles, por lo que se recomienda que los bordes de las puertas no estén tan cercanos al piso y que las patas de los mobiliarios estén cubiertas
PASO 2: Los maceteros no deben estar en contacto directo con este tipo de piso, porque casi siempre presentan un problema: la humedad. Esta característica provoca un sinnúmero de manchas e infla el piso, lo que lo deteriora rápidamente.
PASO 3: Mantenga el piso limpio cotidianamente. Se recomienda hacerlo en seco, para evitar que acumule agua. Puede usar una aspiradora, escoba y la pasada de un paño levemente humedecido cada 15 días.
PASO 4: Para conservar el brillo del piso flotante, coloque un limpia pies en la entrada de la vivienda, ya que la alfombrilla retendrá los residuos que traen los zapatos, de este modo evita posibles rayas en el piso
Existen dos tipos de pisos flotantes:
Madera y melamina, ambos materiales pueden limpiarse de la misma forma.
Otra opción es aplicarle algún producto del mercado, que sea especialmente para pisos flotantes, hay muchos productos de Blem, por ejemplo, que varían su uso: cada uno es específico para un tipo de piso. Estos no sólo ayudarán a sacar la suciedad de nuestros pisos, sino que contribuirán con un olor muy rico.